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Iglesia católica nicaragüense enfrenta ola de ataques y represión

La Iglesia Católica de Nicaragua enfrenta un creciente y alarmante escenario de persecución por parte del régimen de Daniel Ortega. Ataques, detenciones, secuestros y la expulsión de miembros del clero han sido algunos de los preocupantes eventos que han marcado esta crisis religiosa en el país centroamericano.

Entre el 1 y el 9 de octubre de este 2023, la dictadura sandinista llevó a cabo una operación en la que detuvo a seis sacerdotes procedentes de tres diócesis distintas del país.

Tres de estos religiosos fueron trasladados posteriormente a la ciudad de Managua, mientras que el paradero de los otros tres permanece en la penumbra.

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Los sacerdotes Julio Ricardo Norori e Iván Centeno, ambos de la Diócesis de Estelí, junto con Cristóbal Gadea de la Diócesis de Jinotega, fueron objeto de un secuestro el domingo 1 de octubre por individuos que no portaban uniforme.

Con el paso del tiempo, Norori y Centeno fueron conducidos al Seminario Nuestra Señora de Fátima, localizado en Managua. Una fuente con vínculos en la Iglesia describió su situación como una especie de “reclusión en el seminario, casi como si estuvieran en prisión”. Mientras tanto, Gadea fue llevado a las instalaciones de Plaza El Sol, que funcionan como sede de la policía sandinista.

Padre Álvaro Toledo

El párroco Álvaro Toledo fue arrestado el jueves 5 por la noche, seguido del sacerdote Yesner Cipriano Pineda Meneses el sábado 7. Ambos pertenecen a la Diócesis de Estelí. Luego, el lunes 9, fue detenido el cura Ramón Esteban Angulo Reyes, quien forma parte de la Diócesis de Bluefields en la región del Caribe sur de Nicaragua.

Iván Centeno, quien ocupa el cargo de párroco en la iglesia Inmaculada Concepción de María en Jalapa, Nueva Segovia, ha planteado dudas acerca de la legitimidad del régimen sandinista. En una de sus homilías, el sacerdote hizo un llamado a la congregación para que respetara la libre elección de cada ciudadano, instándolos a seguir su propia conciencia al decidir si ejercer su derecho al voto o no.

Cabe destacar que Cristóbal Gadea se convierte en el primer sacerdote de la Diócesis de Jinotega en ser privado de su libertad. Desempeña su labor pastoral como párroco en la iglesia Nuestra Señora de la Merced, localizada en el municipio norteño de El Cuá.

En 2019, realizó un viaje a España, donde se unió a la Fundación Ayuda a la Iglesia Necesitada y compartió sus experiencias y preocupaciones sobre la persecución que enfrentaba la Iglesia en Nicaragua. Durante su estancia, estableció contactos con parroquias en cuatro ciudades españolas, contribuyendo a concienciar sobre la difícil situación en su país.

Sacerdote Yesser Pineda, de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes

Por parte, Julio Norori, sacerdote de la parroquia San Juan Evangelista en San Juan del Río Coco, Madriz, celebró su vigésimo quinto aniversario de servicio como sacerdote en mayo de 2023. Además de su labor pastoral, también se desempeñaba como docente en el Seminario Mayor Madre Albertina Ramírez de la Diócesis de Estelí.

Horas después de pronunciar un mensaje en la homilía del Santísimo, denunciando los numerosos arrestos de sacerdotes de la Diócesis de Estelí, el sacerdote Álvaro Toledo fue secuestrado por la Policía sandinista. Toledo, quien sirve como párroco en la iglesia Nuestra Señora de La Asunción en Ocotal, Nueva Segovia, fue sacado de la casa parroquial.

En su homilía del jueves 5 de octubre de 2023, el sacerdote expresó su inquietud, manifestando: “Nuestra Diócesis está perdiendo a sus sacerdotes; estamos sufriendo una falta de vocaciones. Pedimos al Buen Pastor que envíe abundantes vocaciones y que los sacerdotes actuales continúen sirviendo en sus parroquias”.

Durante las festividades en honor a la Virgen del Rosario en Estelí, el régimen dio orden de arrestar al sacerdote Yessner Cipriano Pineda Meneses, quien ejerce como párroco en la iglesia Nuestra Señora de Lourdes en Ocotal, Nueva Segovia.

Adicionalmente a su trabajo pastoral, Pineda desempeña el papel de asesor diocesano de la pastoral juvenil en la Diócesis de Estelí. Y fue el obispo Álvarez quien, en noviembre de 2021, lo nombró como administrador de la parroquia. El sacerdote celebró su noveno aniversario de ordenación sacerdotal el 15 de agosto de 2023.

Primer miembro de la Diócesis de Bluefields en ser detenido

Agentes de la policía detuvieron al sacerdote Ramón Esteban Angulo Reyes, quien desempeña el papel de párroco en la iglesia Nuestra Señora de Fátima, ubicada en la localidad de Wapí, municipio de El Rama, en la región del Caribe Sur. Su arresto ocurrió después de que fuera citado a una supuesta reunión por las autoridades.

Hasta el momento, se desconoce el paradero de este sacerdote, marcando un lamentable hito al convertirse en el primer miembro de la Diócesis de Bluefields en ser detenido.

El sacerdote Osman Amador Guillén es el más reciente miembro del clero católico en Nicaragua en ser detenido. Con tan solo 36 años de edad, el padre Amador es reconocido por su participación en la Junta Directiva de Cáritas Estelí.

Fue secuestrado por la Policía, al servicio del régimen sandinista, la noche del pasado viernes 8 de septiembre, cuando se encontraba en la Catedral Nuestra Señora del Rosario en Estelí. Posteriormente, fue trasladado a la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), conocida como El Chipote.

Por último, tenemos al sacerdote Fernando Zamora Silva, quien desempeña el rol de canciller en la Diócesis de Siuna, ubicada en el Caribe Norte, fue secuestrado durante la noche del domingo 9 de julio de 2023.

La información disponible sobre su situación es sumamente limitada, y se sabe únicamente que se encuentra detenido en el Distrito III de la Policía en Managua, sin permitirle recibir visitas.

El secuestro del sacerdote tuvo lugar alrededor de las ocho de la noche en sector de Carretera Norte en Managua, inmediatamente después de su participación en una misa de toma de posesión en la parroquia San Luis Gonzaga, presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, según informó el diario La Prensa, cerrado por la dictadura sandinista en el país.

Religiosos condenados

Junto estos sacerdotes actualmente bajo arresto, en Nicaragua también se encuentran el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, monseñor Leonardo Urbina de Boaco, y el sacerdote Manuel Salvador García de Nandaime, todos ellos enfrentando condenas por supuestos delitos fabricados por la dictadura sandinista.

El 10 de febrero de 2023, el obispo Rolando Álvarez de Matagalpa fue condenado a 26 años y cuatro meses de prisión.

En agosto de 2022, monseñor Leonardo Urbina fue declarado culpable de abuso sexual y lesiones psicológicas leves y sentenciado a 30 años de cárcel.

El 22 de junio de 2022, el sacerdote Manuel Salvador García Rodríguez fue condenado a dos años de prisión por amenazas con armas. Este caso marcó el primer arresto y condena de un religioso bajo el régimen de Daniel Ortega.

Ataques a la iglesia continuaran

Martha Patricia Molina, abogada e investigadora, ha presentado su cuarto informe titulado “Nicaragua: Una Iglesia Perseguida”. Este informe destaca un preocupante aumento en los ataques dirigidos hacia la Iglesia Católica en Nicaragua, perpetrados por el régimen de Daniel Ortega.

Una de las conclusiones fundamentales de esta experta en asuntos relacionados con la Iglesia Católica es que la dictadura tiene la intención de seguir deteniendo y secuestrando a miembros del clero como parte de su estrategia contra esta institución, que ostenta una gran credibilidad en Nicaragua.

Molina resalta que, aunque hubo variaciones en la intensidad de los ataques contra religiosos entre 2019 y 2021, los últimos dos años han sido especialmente sombríos para la Iglesia católica en el país.

Los eventos reportados en el informe abarcan una serie de incidentes que incluyen profanaciones, robos, daños a las estructuras religiosas, congelación de cuentas bancarias, confiscaciones, amenazas de muerte, difamaciones públicas, ataques verbales y físicos, expulsiones forzadas, pérdida de la nacionalidad, secuestros, encarcelamientos y la difusión de mensajes de odio, entre otros actos hostiles.

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Para la investigadora, la persecución religiosa en Nicaragua es motivo de profunda alarma, y lamenta que la comunidad internacional no esté prestando la atención que esta tragedia merece. Afirma que la dictadura está teniendo un impacto devastador en la Iglesia Católica en Nicaragua, y el número de sacerdotes está disminuyendo debido a los esfuerzos deliberados por parte del régimen para debilitarla.

Además de los sacerdotes detenidos, se han visto afectados 83 monjas y 68 religiosos, quienes han sido expulsados del país, desterrados (en el caso de nacionales), se les ha prohibido regresar o han tenido que exiliarse, marcando una triste realidad en la comunidad religiosa.