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Monimbó despide a “la doña de las sartas de flores” de la Virgen de la Asunción, “Teresita” Vivas 

En la gráfica, las honras fúnebres de doña “Teresita” en Masaya.

Masaya pierde a una de sus insignes devota católica.  Tradición, fe y fervor mariano, eran cualidades de ésta tradicionalista monimboseña.  

Al son de Bailes de Negras y al ritmo de la marimba, este pasado 1 de octubre doña María Teresa Vivas, de 78 años de edad, fue despedida de su natal Monimbó, en Masaya, tras permanecer varios días internada en un hospital capitalino por problemas de salud. 

La muerte rápida de doña “Teresita”, como muchos la llamaban, tomó de sorpresa a su familia, amigos y conocidos, entre ellos religiosos quienes la acompañaron hasta su última morada. Ahora será recordada como una de las más tradicionalistas de este barrio y devotas de la fe católica de Masaya.

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“Estoy orgulloso de ella (porque) Teresita tenía ese gusto de compartir”, manifestó uno de sus hermanos, quien comparte la misma devoción y servicio a la iglesia.

Durante la misa de cuerpo presente en la iglesia de San Sebastián, el padre Bismarck Conde, Vicario Foráneo de Masaya, quien era muy cercano a la monimboseña, recordó que doña “Teresita”, una fiel devota de Nuestra Señora de la Asunción, falleció el día de San Jerónimo, patrono de esta ciudad, y fue sepultada el día de Santa Teresita del Niños Jesús, fiesta que hace honor a su nombre.

mágenes del sacerdote Bismarck Conde, Vicario Foráneo de Masaya, en compañía de doña “Teresita”, q.e.p.d.

Mayordoma de “las sartas de flores silvestres” 

Doña “Teresita” se encargaba de llevar “sartas de flores silvestres” a la venerada imagen de Nuestra Señora de la Asunción a pedido del padre Conde. Además, tradicionalmente recibía en Semana Santa la imagen de Jesús de Nazareno para recoger ofrendas en el huerto y los obsequios que eran llevados a la parroquia de Masaya. 

Los sacerdotes y la feligresía llegaban hasta la casa de doña “Teresita” para disfrutar de aquel delicioso brindis que cada año preparaba con esfuerzo y ayuda de su familia; nacatamales, chicha y cajetas.

“La señora Teresita Vivas, quien fue encargada de las ofrendas del huerto de Jesús Nazareno y mayordoma de sartas de la virgen de la Asunción de nuestra parroquia, ha pasado a la presencia del Señor”, reza una nota luctuosa de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción en redes sociales. 

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Una vida como comerciante y de fervor católico

Doña “Teresita” nació en 1945. Era la segunda de seis hermanos. Desde la edad de siete años empezó a trabajar como comerciante junto a sus padres María Lorenza López y Arturo Vivas Mercado, ambos fallecidos y originarios de Monimbó, quienes todos los días salían a los pueblos de Masaya a vender su riquísimo pinol. 

“Teresita” acostumbraba a viajar hasta Nandasmo y Masatepe cargada de canastos con perecederos y pinol, mientras sus padres iban a Catarina y Niquinohomo. Debido a las limitaciones económicas solamente pudo cursar su primer grado de primaria. Cuando cumplió la edad de 12 años, se trasladó hasta Jinotepe, en Carazo, para seguir vendiendo sus productos. 

Cuando se casó, “Teresita” se hizo de sus propios vehículos de carga con los cuales viajaba hasta el mercado Oriental, en Managua, con canastos llenos de todo tipo de hortalizas para comercializarlos. Su primera venta la descargaba a las 3:00 de la mañana.

Con las ganancias de su negocio, alcanzó a construir la casa de sus padres la cual estaba hecha de palmas y varas de bambú. “Esta construcción que mirás, ella la hizo (porque) era una gran persona y trabajadora”, describe un familiar.

Hasta la última semana de su gravedad, doña “Teresita” aún viajaba en las madrugadas al mercado “Ernesto Fernández” de Masaya para comercializar sus bolsas de jocote y nancites. Incluso, el pasado mes de agosto, logró servir a la iglesia con las tradicionales “sartas de flores silvestres” a la Asunción y el brindis para quienes le ayudaban a trabajar en la elaboración de los arreglos a la virgen. 

“Ella con todo gusto lo hacía. Para el siete de diciembre, se repetían las sartas de flores”, recuerda el familiar.