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Las discapacidades y el peso del rechazo social 

Noticias de Bluefields

Son múltiples las adversidades que enfrentan las personas conviviendo con alguna discapacidad en el Caribe Sur de Nicaragua, desde el rechazo de algunas familias que los esconden o aíslan durante su infancia, hasta tratarlos como personas enfermas, con temores y prejuicios, lo que hace que sus vidas sean más complejas. 

Pese a que existen regulaciones para asegurar un mejor trato a las personas con discapacidad, estás cotidianamente se enfrentan a muchos desafíos. Por ejemplo, en Bluefields, se han registrado una serie de denuncias ciudadanas, desde maltrato escolar, abusos de cobros de servicios, falta de oportunidades laborales, maltrato por parte de funcionarios y conductores de taxi que se niegan a brindar el servicio. 

El que quiere puede, pese a las discapacidades 

Roberto Silva, es un reconocido fotógrafo en Bluefields, desde los años 80, tenía un estudio llamado “Foto Estudio Juvenil”, en el centro de la ciudad, donde tomaba fotos para diplomas, pasaporte y diversos eventos de la comunidad, todo mundo en Bluefields sabe quién es el fotógrafo Silva. 

Desde hace 40 años Roberto sufrió una fractura en la parte superior de su pierna izquierda, condición que ha venido desmejorando debido a que hace 10 años presentó un desgaste en los huesos. Dado que ahora tiene dificultades para caminar, dejó la fotografía y desde hace cuatro años se dedica al comercio de diversos productos en la calle del comercio en el centro de la ciudad. 

Roberto Silva en su pequeño negocio en el centro de Bluefields / Fotografía Noticias de Bluefields

Roberto Silva en su pequeño negocio en el centro de Bluefields / Fotografía Noticias de Bluefields

A sus 71 años, bajo lluvia, sol, calor o cualquier condición, Roberto llega de lunes a sábado, a las seis de la mañana a vender sus productos, donde permanece hasta las cinco de la tarde. Es conocido por su característica personalidad amistosa, optimista y positivo. “Vendo chinelas, mascarillas, jengibre, cúrcuma, mantequilla lavada, entre otras cosas, con las que puedo tener mi pequeña ganancia y subsistir”, asegura.

Roberto señala que entre las dificultades que enfrentan las personas con discapacidad, están el mal estado de las calles y andenes, postes caídos, tendederos de alambres y la invasión de los comerciantes en los andenes, que obligan a personas ciegas o con silla de ruedas a usar la calle y exponerse a accidentes de tránsito. 

Lenin John Calixto de 60 años y de la etnia miskita, permanece en silla de ruedas desde que perdió sus dos piernas. Durante años trabajó para la empresa portuaria, pero no recibió ningún beneficio del seguro social, ni apoyo de ningún tipo, por lo que se vio obligado a acudir a la caridad. Por eso, cada día sale al centro de la ciudad en busca de ayuda. Él considera que el mayor problema que enfrentan las personas con discapacidad es el rechazo social, tanto de la ciudadanía como de las instituciones gubernamentales. 

Calixto coinciden con Silva al afirmar que “los taxistas no quieren llevarnos cuando nos ven silla de ruedas, son inconscientes, también en casa de gobierno cuando llegas a pedir ayuda no te dan, pero si les dan a otros que no tiene problemas de discapacidad”, asevera Calixto, quien permanece postrado en su silla de ruedas, pidiendo a los transeúntes.   

Soledad Cárdenas, es una adulta mayor con discapacidad, tiene 62 años. Relata que a los ocho meses de nacida se enfermó de poliomielitis y eso le dejó grandes secuelas, no puede caminar bien y para trasladarse de un lugar a otro debe usar dos bastones.

Durante años anteriores Doña Soledad podía ganarse la vida en oficios domésticos, sin embargo, con el avance de la edad y las secuelas de la enfermedad se ha quedado incapacitada y sin ningún tipo de ayuda, ella también lamenta el rechazo social, la falta de asistencia y el maltrato de algunos taxistas. 

Soledad Cárdenas pide ayuda a transeúntes y visitantes en la ciudad / Fotografía Noticias de Bluefields

“Yo vivo en el barrio Ricardo Morales Avilés, de ahí buscó taxi para venir al Central, pero cuando le hago señas a los carros, algunos más bien aceleran y pasan de viaje. Los taxistas deberían ser más comprensivos con las personas con discapacidad, hay algunos que son bien odiosos, son muy pocos los conscientes”, lamenta. 

Pese a que existe la Ordenanza Municipal 47 -22, que regula el cobro exagerado por el servicio de taxis y que las personas con discapacidad cuentan con un carné que autentica su condición, para que estas reciban apoyo y un trato digno, en realidad no existen normativas que regulen los abusos de rechazo y exclusión, más que la educación y empatía hacia esta comunidad, sin embargo, muchas veces predomina la falta de conciencia y solidaridad. 

Cuando hay voluntad, no hay sueño imposible 

Jeyron Stanley Lackwood Hunter, es un joven Kriol de 21 años, es ciego, sin embargo, su discapacidad no ha sido un obstáculo para alcanzar su sueño de convertirse en un exitoso abogado caribeño. 

La discapacidad visual de Jeyron es producto de una malformación de córnea, una complicación degenerativa que obstaculiza la visión por diversos factores clínicos, sin embargo, contra todo pronóstico, esta condición nunca representó una limitante para su desarrollo académico desde que inició a la primaria.

Jeyron cursó sus estudios de educación primaria en un Colegio de Managua, recuerda que, en esos primeros pasos, el apoyo de la familia fue determinante para sentirse seguro y con deseos de superación. “Pienso que lo más importante para que una persona con discapacidad salga adelante, es el apoyo familiar y de las personas que la rodean; no hay que dejar que las dificultades o las malas personas, le impidan ser quien usted decida ser”, reflexiona Jeyron. 

Al concluir su primaria, ingresó al Instituto 30 de Octubre en Bluefields, donde por cinco años se desarrolló como un excelente estudiante, reconoce que al inicio era un poco desconfiado y tímido en el colegio, pero su idea siempre ha sido que los verdaderos obstáculos son los que cada uno se impone. “Creo que los obstáculos y las limitaciones se los pone uno, porque cuando tienes sueños y voluntad de hacerlos puedes lograrlo”, afirma. 

Este joven convirtió los obstáculos en acciones positivas, pese a que su escuela no era un centro especializado en la atención de estudiantes con su discapacidad, pudo ofrecerle la posibilidad de estudiar la secundaria.

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En el transcurso de sus años Jeyron ha sido innovador, emprendedor e inteligente, habilidades que desarrolló para enfrentar las limitaciones en el sistema educativo. “Desde la secundaria y hasta ahora siempre me gustó ser autodidacta, escuchar y leer”, afirma. Estas prácticas, las que convirtió en rutinas, le permitieron que, durante los cinco años en el instituto, fuera el mejor alumno en diversas áreas formativas, tanto a nivel municipal como regional. 

Excelente desempeño académico pese a los desafíos  

Cada día en la vida de Jeyron representa una oportunidad de aprendizaje, desde muy temprano está activo para iniciar su jornada académica. Asiste al Instituto Tecnológico donde aprende informática y después asiste a la Indian and Caribbean University (BICU), donde estudia el tercer año de Licenciatura en Derecho su carrera en derecho manteniendo un promedio de 96 por ciento, aproximándose a la excelencia académica. 

Jeyron relata que entre las dificultades que enfrenta, está la poca preparación de sus docentes en el manejo del sistema braille, sin embargo, siempre busca la manera de hacer sus tareas, graba las lecciones para luego escucharlas, también comenta que generalmente las evaluaciones se las hacen de forma oral.  

“Me esfuerzo porque quiero ser un buen profesional, servir a mi comunidad, ayudar a las personas con discapacidad que necesiten apoyo jurídico, me gusta el área penal del derecho, y aspiro a grandes cosas, como ser juez o magistrado y llegar a la Corte Suprema de Justicia”, confiesa.

La tecnología es una aliada 

La tecnología se ha convertido en una aliada para Jeyron. Actualmente cursa un programa virtual en el Instituto Nacional para Ciegos de Colombia (INCI), donde adquirió conocimientos tecnológicos, que le están ayudando a manejar programas informáticos. “De esta manera puedo hacer mis tareas, escribir, hacer cuentas en Excel, hacer presentaciones para mis exposiciones y hacer mis investigaciones”, explica el joven universitario. 

Destaca que ahora podrá darle mantenimiento a su computadora, adquiriendo mayor autonomía en sus quehaceres universitarios, sin tener que depender de nadie. 

De izquierda a derecha, Jeyron durante una de sus clases en línea. En compañía del profesor Jimmy Marenco en una capacitación / Fotografía Noticias de Bluefields

Por una educación inclusiva 

El profesor Jimmy Elvir Marenco, docente de tecnología del Ministerio de Educación, quien durante 15 años ha sido una pieza clave en la educación para personas con discapacidad visual de la ciudad de Bluefields, informó que, gracias al INCI, Jeyron está aprendiendo a usar varios programas en la computadora.

“El INCI, nos da las herramientas necesarias para que la computadora de Jeyron pueda funcionar bien, además del programa de Braille, de momento está en un nivel básico, pero su idea es tomar hasta el curso avanzado, donde podrá crear programas y hacer páginas web”, señaló el docente.

Elvir Marenco, tiene una amplia experiencia en el campo de la discapacidad visual. En el año 2011, trabajó en el Primer Curso de Tecnología para Ciegos impartido en la universidad URACCAN, y luego a través de INATEC en coordinación con la Organización Maricela Toledo, se impartió el segundo curso a 18 personas con discapacidad visual. Elvir Marenco diseñó el programa de informática para ciegos utilizando lectores de voz.

“Sé lo que es estar ciego, aunque sea de manera temporal, porque así estuve una vez por una semana, de ahí mi interés por ayudar a las personas ciegas, porque sé que tienen ganas de comerse el mundo, y como docente he querido dar mi aporte para ayudar en la educación de las personas con discapacidad visual, los docentes deben de estar actualizados a fin de saber atender a estos sectores de la población”, comenta el docente.

El profesor asegura que, el próximo año, Jeyron realizará una pasantía en el INCI de Colombia, donde pondrá en práctica todo lo aprendido.

Una inspiración para otros jóvenes 

La perseverancia de Jayron es una inspiración para otros jóvenes con discapacidad que se desaniman y no quieren salir de casa, señala la profesora Dayana Forbes. “Él es un orgullo costeño por sus grandes esfuerzos y gracias también a sus padres y maestros por su dedicación y apoyo”, refiere. A la vez agrega, “yo instó a las personas con discapacidad a que no se rindan, Dios nos abre puertas, no hay que quedarse estancado, si una puerta se cierra, otras se van a abrir”, dice Forbes.

Yosmeri ¡quiere caminar!

En el Puerto El Bluff, vive Nayeli Altamirano de 21 años junto a su hija Yosmeri Altamirano Flores, una niña de seis años, diagnosticada con parálisis cerebral y problemas en los tendones de los pies, lo que no le permite caminar.

Nayeli abandonó la secundaria para dedicarse a cuidar a Yosmeri, aunque también tiene el apoyo de su mamá Zaida Flores, quien relata que todavía no hay un diagnóstico definitivo del padecimiento de Yosmeri. “Cumplió el año y miramos que no se sentaba, no sé podía parar por sí misma, moverse y no caminó (…) solo nos decían que tuviéramos paciencia, darle tiempo a que ella caminara, pero prácticamente eso no pasó”, explica Zaida.

En busca de ese diagnóstico Yosmeri fue llevada a distintos especialistas. “Cuando la llevaron al médico una y otra vez, nos dijeron que la niña tenía problemas en los tendones, creo que lo mejor será hacerle exámenes más especializados, porque también nos han dicho que hay que darle bastantes terapias, estimulación y calentamiento”.

La importancia de las terapias y el acompañamiento desde edades tempranas

En este proceso, el padre de Yosmeri nunca se ha involucrado, pese a conocer la situación de su hija, lo que obliga a la familia materna de Yosmeri a ingeniárselas para cubrir todas sus necesidades. Así fue como Yosmeri ingresó a primer grado, aunque tuvo que interrumpirlo para dedicarse a las terapias de rehabilitación.

Yosmeri en las terapias semanales en Bluefields / Fotografía Noticias de Bluefields

Hace un mes, Yosmeri fue operada de los pies, una intervención que le ayudará a fortalecer los músculos y recuperar firmeza, y así poder dar sus primeros pasos. Sin embargo, para este proceso es necesario que mantenga las terapias y ejercicios sin interrupciones.

Por esa razón, tres veces por semana Nayeli Altamirano y Zaida Flores, viajan de El Bluff a Bluefields para que Yosmeri cumpla con sus terapias en la Clínica Bacon de Bluefields. Mantener las terapias ha sido un sacrificio para la familia, para conseguir los recursos económicos, han tenido que lavar ropa ajena hasta pedir la ayuda de personas y organizaciones amigas.

“Tengo que acompañar a mi hija y nieta para cumplir con el plan de terapias, porque nuestra esperanza es que ella camine”, cuenta Zaida. Cada semana gastan más de 2 mil córdobas en el traslado, alimentación y otros gastos de la terapia.

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Nayeli agrega que los médicos que operaron a Yosmeri, recomendaron que la niña consumiera Enfragrow, una leche especial que le ayudará a generar nutrientes y vitaminas, importantes para su desarrollo, sobre todo para aumentar de peso. Sin embargo, a Nayeli le es difícil tener dentro de su presupuesto este gasto, porque un tarro de Enfragrow cuesta entre 530 a 1,600 córdobas.  

La esperanza de Nayeli, es que su hija realice sus terapias y pueda mejorar su vida. “Que pueda caminar como cualquier otro niño, jugar, salir, correr, llevar una vida un poco más independiente”. También sueña con que Yosmeri regrese a la escuela y pueda tener una profesión en el futuro.

Esta navidad no hay arbolito, ni luces, ni decoración navideña en casa de la familia Altamirano, cada peso es ahorrado para garantizar las terapias de Yosmeri que continuarán el próximo año.

Estudios médicos han reflejado que la parálisis cerebral, es la causa principal de la discapacidad motora en la niñez. Y aunque no tiene cura, una atención multidisciplinaria ayuda a que las personas como Yosmeri mejoren su calidad de vida. 

Nicaragua para atender la parálisis cerebral infantil, el Ministerio de Salud cuenta con el Hospital de Rehabilitación Aldo Chavarría, ubicado en Managua. Sin embargo, para las familias de la Costa Caribe resulta difícil, costoso e insostenible asistir a las terapias de rehabilitación en este lugar.

Desde el año 2010 el MINSA implementa el programa “Todos con Voz” que de acuerdo con sus proyecciones busca mejorar la atención a las personas con discapacidad, no obstante, la realidad muestra que las familias deben arreglárselas para asegurar que sus familiares con discapacidad puedan llevar una vida digna.