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Rusia: el líder del Grupo Wagner detiene el avance de sus tropas hacia Moscú y se traslada a Bielorrusia, según el Kremlin

El jefe del grupo de mercenarios rusos Wagner, Yevgueni Prigozhin, dio hoy marcha atrás en su pulso con la cúpula militar rusa y anunció el retorno de sus combatientes a las bases permanentes, con lo que quedó zanjada una grave crisis de 24 horas que hizo tambalearse al poder en este país.

“Ha llegado el momento de que se puede derramar sangre. Por eso, comprendiendo toda la responsabilidad de que se derrame sangre rusa por una de las partes, nuestras columnas dan media vuelta y regresamos a nuestras bases de acuerdo con el plan”, afirmó Prigozhin en un mensaje de audio en su canal de Telegram.

Los ‘wagneritas’ llegaron a estar a 200 kilómetros de Moscú

Prigozhin afirmó que las élites militares rusas, contra las cuales se rebeló, “querían desintegrar Wagner”, y explicó que por ello anunció la “marcha por la justicia”, durante al cual, en 24 horas, avanzó hasta llegar a 200 kilómetros de Moscú tras tomar la ciudad sureña de Rostov del Don.

Un soldado del grupo de mercenarios Wagner, vigila una de las calles de la sureña ciudad rusa de Rostov del Don, tras tomar su control en una rebelión armada
Un soldado del grupo de mercenarios Wagner, vigila una de las calles Rostov del Don. EFE/STRINGER

“Durante este tiempo no derramamos ni una gota de sangre de nuestros combatientes”, indicó, al reconocer que esto podría haber cambiado.

El jefe del Grupo Wagner hizo este anuncio después de que el servicio de prensa del presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashneko, afirmara que el mandatario había mediado entre Moscú y Prigozhin, con la venia del jefe de Estado ruso, Vladímir Putin.

El presidente de Bielorrusia, Lukashenko, hizo de mediador

Minsk señaló que en estos momentos está sobre la mesa una opción “absolutamente beneficiosa y aceptable para solucionar la situación, con garantías de seguridad para los combatientes de Wagner”.

De acuerdo con la prensa bielorrusa, Putin y Lukashenko volvieron a hablar por teléfono la noche del sábado y el jefe del Kremlin agradeció a su homólogo bielorruso negociar con el dirigente de Wagner.

“El presidente bielorruso informó en detalle al presidente ruso sobre el resultado de las negociaciones con la dirección de Wagner” y Putin le agradeció el “trabajo realizado”, informó el canal Pul Pervogo, vinculado con la Presidencia bielorrusa.

Según el Kremlin, Lukashenko se ofreció para mediar en la situación puesto que conoce a Prigozhin desde hace 20 años.

“Fue su iniciativa personal”, explicó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Wagner se retira de Rostov del Don

Paralelamente, los gobernadores de las regiones, que hoy comenzaron a imponer restricciones para impedir el paso de los milicianos de Wagner hacia Moscú, comenzaron a anunciar el levantamiento de las medidas anunciadas.

Punto de control a la entrada de Moscú.
Punto de control a la entrada de Moscú. EFE/EPA/Maxim Shipenkov

Mientras, los propios “wagneritas” iniciaron su retorno a las bases permanentes del grupo desde la ciudad de Rostov del Don, donde los habitantes les despedían con aplausos y palabras de agradecimiento.

Por el momento no se ha pronunciado el líder checheno Ramzán Kadírov, quien esta mañana anunció el envío de tropas de la república rusa para sofocar la rebelión de Prigozhin.

Voces críticas con el acuerdo con Prigozhin

El ruso Ígor Guirkin, alias “Strelkov, líder de la sublevación prorrusa en el Donbás en 2014 y uno de los mayores detractores de Prigozhin, escribió en Telegram que desconfía de los “acuerdos” que fueron alcanzados entre las autoridades y Wagner.

“Espero equivocarme”, indicó, y agregó que en su opinión “nada ha acabado por el momento”.

En opinión de Guirkin, lo que ocurrió en Rusia en estas 24 horas no fue una “rebelión” armada, sino un verdadero “golpe de Estado”.

“Si este ha acabado o no, lo sabremos pronto. Tal vez, mañana”, concluyó.

24 horas de rebelión contra Putin

El desafío de Prigozhin arrancó el viernes 23 por la noche, cuando anunció la sublevación del grupo Wagner alegando que sus mercenarios habían sufrido un ataque por parte del propio Ministerio de Defensa ruso. Sus soldados -se estima que controla unos 25.000- cruzaron la frontera para llegar a Rostov, donde tomó el Estado Mayor de madrugada.

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La Fiscalía rusa le acusó de organizar una “rebelión armada” y el propio presidente del país, Vladímir Putin, le acusó de traición y avanzó que sofocaría la sublevación para evitar una guerra civil. Prigozhin aseguró sentirse un “patriota” y negó la posibilidad de entregarse a lo largo de la mañana del sábado 24.

Posteriormente Prigozhin dirigió columnas de combatientes hacia Moscú, y llegó a avanzar hasta situarse a 200 kilómetros de la capital.

Tal era el desafío que las autoridades rusas instauraron el régimen antiterrorista en la capital y en la región de Moscú y desplegaron a policías armados con ametralladoras en la entrada de la autopista M4 Don a Moscú para detener a los mercenarios, según el diario Védomosti.

Ya en la tarde del sábado, el jefe de los ‘wagneritas’ ordenó a sus soldados regresar a sus bases para evitar un derramamiento de sangre.

Ucrania y los países occidentales, atentos a la crisis rusa

La comunidad internacional, desde EEUU a la Unión Europea (UE) y la OTAN, observaron de cerca los acontecimientos, que Ucrania interpretó como un signo hacia el colapso del régimen de Putin.

De hecho, la inteligencia militar británica consideró el desafío protagonizado por Prigozhin como el “desafío más significativo” en los últimos tiempos y la “lealtad” de sus fuerzas de seguridad serán “clave” para el desenlace de la crisis.

Con información de EFE