Doña Ignacia es una capitalina de 62 años. Aguerrida pese a los años que tiene, trabaja en ventas ambulantes para ganarse la vida. Vive con su hija Magdalena, una mujer soltera de 40 años que cría a sus tres hijos y a quien le enseñó todo lo que sabe sobre ganarse la vida como comerciante informal.
Por estos días, cada año, doña Ignacia hacía planes para viajar a Rivas e…